Una vez que llega el día del parto, el cuerpo de las madres vuelve a sufrir grandes cambios, para asegurar la correcta alimentación del bebé por medio de la lactancia, hasta ir recuperando gradualmente su estado habitual.
También irás eliminando poco a poco el líquido que retenían tus células e irás notando un aumento de la transpiración y en la producción de orina.
Pasada una semana del parto se suele bajar alrededor de 2 kg de peso, el útero pesará la mitad, alrededor de medio kilo, llegando a su peso normal entre la cuarta y la sexta semana.
Hasta pasado 1 año no se estabilizará tu peso del todo, aunque la mayor reducción de peso se da en las primeras seis semanas.